miércoles, 11 de junio de 2014

EDITORIAL

 JUEGO LIMPIO




  No nos dimos ni cuenta y ya estamos listos para vivir y disfrutar de otra fiesta mundialera. El ambiente no podía estar mejor con una selección de fútbol que nuevamente clasificó para un mundial y además por creer muchos que en ella están los mejores integrantes en toda la historia de nuestro fútbol. Quiéralo o no, en estos días todos estaremos al tanto de lo que allí sucede, y podremos, también los educadores y educandos, aprovechar la instancia para sacar enseñanzas para la vida, pues el deporte  tiene muchos elementos que lo hacen un excelente medio para formar a las personas. De hecho, al iniciar cada partido veremos como ceremonialmente ingresará la bandera del juego limpio o fair play. Este juego limpio es algo que debiéramos aplicar como máxima en todos los ámbitos de la vida, es en definitiva vivir de acuerdo a una ética que nos hace buscar lo más correcto, lo más bueno, lo mejor.

  En una presentación que un exalumno me envió, se indicaba que la diferencia que hace distintos a los pueblos, no es ni su historia, ni su territorio, menos aún su raza; lo que los hace diferentes y sobresalir es una actitud distinta para enfrentar la vida. Para ello hacía un elenco de 10 elementos que sí distinguían a estos grupos humanos y que bien podrían servirnos para ver cuán cerca o lejos estamos de alcanzar dicho ideal:

1.        Lo ético como principio básico.
2.       El orden y la limpieza.
3.       La integridad de vida.
4.       La puntualidad.
5.       La responsabilidad.
6.       El deseo de superación.
7.       El respeto a las leyes y reglamentos.
8.       El respeto al derecho de los demás.
9.       El amor al trabajo.
10.     El esfuerzo por economizar y emprender.

    En estos días en que la FIFA nos invita a jugar limpio, nos convendría revisar si nuestro actuar es siempre correcto, buscando vivir éticamente, lo cual en palabras del filósofo Fernando Savater, no es sino “el arte de vivir, el saber vivir, por lo tanto el arte de discernir lo que nos conviene (lo bueno) y lo que no nos conviene (lo malo)”. Lástima que la misma FIFA que nos hace esta invitación a jugar limpio, no lo tenga como regla en sus propias determinaciones. La corrupción presente en muchas de sus actuaciones es un verdadero gol que nos siguen haciendo a los amantes del deporte.

                                                                                           DON MARCO

jueves, 5 de junio de 2014

EDITORIAL

       MERITOCRACIA V/S PITUTOCRACIA



No sé si es sólo una anécdota, pero se cuenta que Murialdo recibió a un niño que postulaba a su Colegio Artesanitos, el cual no reunía los requisitos habituales. Ante la disyuntiva de decirle que no podía ser aceptado, se le ocurrió preguntarle si sabía correr, y efectivamente el niño lo supo hacer, con lo cual Murialdo al ver que ese era un logro, lo aceptó de inmediato como alumno del colegio. Aunque sólo fuese un hecho ficticio, éste nos muestra algo tan necesario en nuestros ambientes educativos, y es darse cuenta que todos de una u otra manera, tienen algún talento que hay que descubrir y potenciar. Nadie por lo tanto es tan negado, que no tenga alguna gracia que le valide ante el resto.

En nuestro ambiente, hay siempre una pugna entre la meritocracia y el pitutismo, es decir entre las reales capacidades de las personas y las presiones que se ejercen para conseguir algún propósito. Interesante resultó a inicios de este año la polémica desatada por quien después fuese designado Ministro de Educación, quien señaló que en su colegio había varios, que él consideraba idiotas, y que pese a ello, sólo por el poder de sus redes sociales habían llegado a ocupar puestos importantes. Demás está decir las disculpas que tuvo que dar no sólo a su promoción sino a todo su colegio. Por cierto que  equivocó la forma, pero en el fondo no dijo nada que no sepamos. Que en nuestro país, y supongo que en otros con igual o mayor énfasis, hay personas que no lograrían llegar donde están por sus méritos personales, sino que deben recurrir a esas redes de apoyo, que no destacan los talentos, sino sólo los favores, o como se dice hoy habitualmente, los pitutos. Pocos, cuando buscan un empleo, confían sólo en sus capacidades, es habitual, que al saber cuál es la empresa, comiencen de inmediato a ver a quien de esa empresa conocen para pedirle que, en buen chileno, les dé un empujoncito. Otro tema es el de la proveniencia social, el que ha llegado a ser un obstáculo para muchos, que deben mentir para no tener que identificar su comuna, pues podría ser un punto en contra antes incluso de que le entrevisten.

En estos días comienzan las postulaciones a nuestro colegio. Y aunque no lo crean, no faltan los postulantes, que de inmediato intentan conseguir cartas de recomendación de párrocos, personeros ministeriales, obispos y hasta del palacio presidencial. Han de saber que todas esas cartas no hacen sino aportar unos gramos a los kilos de papel que reciclamos, pues, desde sus inicios este colegio se ha distinguido por valorar los méritos de los postulantes y no la cuña que presiona indebidamente para que entre. Así como en la anécdota del inicio, los seguidores de Murialdo, confiamos en las capacidades de cada persona y depositamos en ello la confianza en que esos futuros profesionales harán el paso necesario para que la justa movilidad social, de la cual tanto se habla, sea al menos en este pequeño espacio de nuestra sociedad una realidad.

                                                                                    DON MARCO