jueves, 4 de octubre de 2012


(Murialdino mes de Octubre)

EDITORIAL


VER PARA CREER

         Muy interesante resultó para quienes concurrimos el pasado sábado 29 de septiembrela Jornada de Espiritualidad de nuestra comunidad murialdina. Más de cien personas representando a todos los estamentos de nuestro colegio fuimos convocados con el tema del Año de la fe, que acaba de ser inaugurado por el Papa. Por la mañana el Vicario para la Educación P. Tomás Sherz, nos regaló un profundo momento de reflexión sobre esta temática y por la tarde, compartimos una novedosa presentación de la poco conocida carta de Santiago, la que tiene una fuerza inspiradora que cobra mucha actualidad en el tiempo que vivimos.  Señalo que tiene actualidad esta breve pero contundente carta, pues entre los temas que contiene está el de demostrar en obras concretas aquello en que se cree: “Así también la fe: si no tiene obras, está completamente muerta” (St. 2,17).

       Hoy como nunca, me he acordado de un antiguo texto, llamado Carta a Diogneto, en el que se describe cómo eran los primeros cristianos, en él se enfatiza que no por elementos externos ellos se diferenciaban de las demás personas, sino por su forma de vivir: “Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por su tierra, ni por su lengua, ni por sus costumbres.” Tan distintos eran, que “más parece propio de locura que de verdadero culto religioso.”, pues (…)”se encuentran viviendo un estilo de vida admirable y, por confesión de todos, extraordinario.”, y remata diciendo que más que por los ritos  o por los ropajes “los cristianos son conocidos como hombres que viven en el mundo, pero su religión permanece invisible.”  Tan actuales y fuertes son estas palabras que creo que no admiten más comentarios. Cada vez se hace más frecuente el que se critique a nuestra Iglesia. Hay consenso, en especial entre los jóvenes, que el mayor defecto es nuestra incoherencia de vida, el predicar una cosa y el hacer otra, o el exigir a otros determinados comportamientos,  que ni siquiera el que los pide los vive.

       De visita en nuestro país, el anterior vocero del Vaticano señalaba que hoy hacen falta menos predicadores y más testigos. Muchas veces me ha tocado escuchar cómo se felicita a personas por lo bien que hablan o por lo bien que escriben. Una y otra forma de expresión sepueden aprender y mejorar con técnicas oratorias o estilísticas, según sea el caso. El mejor halago no es que hable o escriba bonito, sino que viva bonito, que viva lo que dice y escribe. En fin de cuentas que seamos más testigos, como esos primeros cristianos que eran reconocidos por su actuar, que meros predicadores, de los cuales ya hay muchos.

                                                                                        DON MARCO

martes, 2 de octubre de 2012

(Murialdino mes de Septiembre)

EDITORIAL


NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

             Impacto nos causó hace unos días, la noticia del incendio que destruyó completamente la casa de uno de nuestros alumnos de séptimo básico. Visitar el lugar y ver lo poco que se puede salvar después de una desgracia así, en especial los elementos afectivos que se pierden irremediablemente, es algo que sobrecoge. Felizmente no hubo desgracias personales que lamentar y esto es lo más importante. Tras compartir con su mamá y familiares, nos emocionó ver la entereza para salir adelante de todos ellos y la inmediata respuesta solidaria expresada de diferentes maneras, por parte de todos los que se iban enterando de la noticia. Sus compañeros, los scouts, los apoderados de su curso y muchos otros que aunque no los conocían sintieron el inmediato llamado a hacer vida uno de nuestros valores distintivos: la solidaridad. Escuchando a la mamá, nos decía lo importante que ha sido nuestro Liceo en la formación de Matías y cómo la razón para haberlo dejado en este colegio y no preferir cambiarlo en séptimo, estaba en los valores que, desde que ingresó a primero básico, ella ha sido testigo tanto entre los apoderados como entre los compañeros de su hijo.

          Cuando tantas veces escuchamos que ante la desgracia, muchas personas tienden a alejarse o hacerse los desentendidos, nos alegra ver cómo entre los nuestros no es  más que una nueva constatación que en el Murialdo no sólo se habla de los valores sino que se viven. Por ello tenemos que cuidar este espacio y acrecentar todo aquello de bueno que aquí encontramos. Lo digo, pues muchas veces vemos como muchos se escabullen de las personas que pasan por momentos de desgracia, llámese una enfermedad, una grave acusación o una crisis económica. Es tan cierto aquello que cuando hay plata siempre habrá invitados de sobra a un asado, pero cuando esa misma familia pasa por estrecheces, son pocos los que acuden  en su ayuda.

       A este alumno y a todos sus compañeros, les hemos recordado estas sabias palabras del dicho popular que indica que también en las desgracias podemos lograr encontrar motivos de esperanza. Así lo han descubierto muchos al vivir situaciones desgraciadas, tras lo cual han salido más fortalecidos como parejas, familias, países. Sin ir más lejos es la experiencia de muchos después del terremoto, la misma también la de aquellos que han debido repetir un curso. Porque cuando nos va mal también nos va bien, pues el dolor es semilla. Qué mejor manera de concluir el mes de la solidaridad y qué mejor manera de iniciar el mes de la Patria, dando gracias a Dios por tener entre los nuestros a tanta gente de tan noble y generoso corazón.

                                                                              DON MARCO


jueves, 9 de agosto de 2012


EDITORIAL


LECCIONES OLÍMPICAS

             Hace unos días encontré en el Gimnasio a un niño de primero básico que lloraba, pues un compañero le había quitado su lugar en la fila. Por esa razón se perdió la posibilidad de continuar siendo parte de una entretenida clase. Uno de ellos no entendió que hay que respetar a los demás, y el que lloraba, aún no entendía que la vida tiene muchas dificultades que a veces tendremos que remontar aunque sea con lágrimas. Este pequeño hecho ocurrió justo en los días en que todo el mundo miraba atento lo que ocurría en Londres, sede de los Juegos Olímpicos. Ese pequeñito, al igual que todos nosotros, podríamos haber aprovechado esa instancia para aprender una larga lista de lecciones que el deporte, especialmente en ocasiones importantes como ésta, nos presenta.

        La madre de Tomás González en una entrevista dada hace años mencionó lo importante que es tener un proyecto de vida; llamaba la atención esa expresión al relacionarla con un niño tan pequeño, hasta ese momento desconocido para la mayoría. En ese proyecto confluyeron la disciplina, el sacrificio en pos de lograr metas, el apoyo familiar y tantos otros elementos que lograron el precioso resultado que hemos visto.  En el mismo evento fue patente la importancia del trabajo en equipo y como la sanción no se hizo esperar, cuando algunos equipos “mañosamente” buscaron conseguir logros con prácticas antideportivas.

           La  euforia por los éxitos conseguidos; lágrimas por no haber alcanzado una mejor ubicación; respeto por el rival que con prótesis fue capaz de correr en “igualdad” de condiciones con grandes atletas; altura de miras del ídolo rock, que cobró sólo una libra para ser parte de la gala inaugural, motivado únicamente por el honor impagable de ser partícipe de un acontecimiento histórico; una monarca que, pese a la solemnidad habitual de su cargo, se permitió una humorada, entendiendo que la fiesta deportiva nos hace a todos más humanos.
         
          Entre los nuestros hay varios que ya han entendido todo esto. Me refiero a Andrés de tercero medio que a costa de mucho esfuerzo ha podido saber de triunfos futbolísticos y de viajes inolvidables, por ahora a tres países; a Daniela de cuarto medio que obtuvo el primer lugar en el campeonato clasificatorio en el Estadio Nacional, dejando atrás a empingorotadas representantes de otros colegios, y a Valeria que pese a ser de séptimo ya sabe lo que es subirse a un podium por vencer en Natación. Estas son lecciones olímpicas, lecciones de vida. Aunque seguro que por estos días más de alguno se las perdió por estar viendo el reality de moda.

                              
                                                DON MARCO

jueves, 28 de junio de 2012

Editorial

P. BRUNO DE SANTI
1924- 2012

                Hemos recibido con pesar la noticia que en la comunidad de san Pedro en Los Ángeles (USA), ha fallecido el viernes 22 de junio, quien fuera Rector de nuestro Liceo desde 1957 hasta 1964.

            Llegado a Chile recién ordenado sacerdote en 1951 pasó a integrar la comunidad de Requínoa, para luego ser nombrado rector de nuestro colegio, el cual apenas contaba unos 660 alumnos y una estrechez económica evidente. Pese a esas dificultades consiguió edificar nuestro Gimnasio, el cual fue inaugurado en 1962 con la presencia del Cardenal Silva Henríquez, convirtiéndose en el primer colegio en contar con un edificio de estas características.

            Al finalizar su periodo fue nombrado Provincial de Argentina-Chile y luego por varios años ocupó igual cargo en Estados Unidos. Tanto en Chile como en ese país dejó la huella de un gran josefino, de trato caballeroso y humilde servicio, características que pudimos apreciar al acompañarnos en los festejos de los 50 años de presencia josefina en 1997. Justamente para quienes sólo le conocíamos de nombre y de fama, esos días pasados con nosotros bastaron para confirmar lo que de el habíamos escuchado. Muchos fueron los exalumnos que al saber de su presencia acudieron al colegio a saludarle y a recordar los sencillos inicios del Liceo, en los cuales P. Bruno tuvo especial participación. Tras su partida, recibí desde Estados Unidos una muy conceptuosa tarjeta en la que agradecía las atenciones que le habíamos brindado en su estadía. Un pequeño gesto quizás, pero que unido al testimonio de tantos profesores y alumnos que le conocieron en esos años, retratan al josefino de trato gentil que supo a través de su sonrisa y testimonio de vida, conquistar tantas almas para el Señor.

            Para las nuevas generaciones de murialdinos, la invitación es a rezar por su eterno descanso y a valorar lo que personas como P. Bruno generosamente nos han legado y cuyos frutos, tangibles en tantos espacios de nuestro hermoso colegio, hoy inmerecidamente disfrutamos.-    

                                                                                   DON MARCO

lunes, 4 de junio de 2012

Nuestro Pentecostés


La mañana del pasado sábado 26 de mayo no podía estar mejor ambientada para vivir, a una escala menor, un nuevo Pentecostés. El fuerte temporal de viento y lluvia que desde la tarde anterior se hizo presente, y que podría habernos aguado la fiesta, no hizo más que dar el tono a lo que más tarde pudimos vivir en esta celebración. Así como hace 2000 años, las lenguas distintas que en un primer momento generaban confusión, dieron paso a que todos los participantes entendiéramos claramente lo que el Espíritu nos estaba diciendo. Así, misioneros venidos de la India, de Albania, y otros que hablaban italiano, no tuvieron inconvenientes para comprender todo lo que en ese día se nos entregó. De igual manera, el temor que acompañó a los primeros discípulos, estuvo también presente en los nuevos ordenandos. No era para menos, la importancia del sacramento que recibirían generaban unos nervios que quedaron atrás, luego de la hermosa ceremonia en que recibieron, por la imposición de manos, el Orden sagrado.
El templo parroquial de La Reina estuvo repleto de fieles provenientes de las distintas comunidades josefinas y de las Hermanas Murialdinas. Las familias de los nuevos sacerdotes, emocionadas acompañaron la Eucaristía que concelebraron más de veinte sacerdotes presididos por el obispo josefino Monseñor Celmo Lázzari, venido desde Ecuador y flanqueado por  P. Mario, General de la Congregación y por P. Pablo, Provincial de Argentina-Chile. Nada se dejó al azar. La iglesia, hermosamente adornada sirvió de marco para que  el coro de niños y jóvenes de nuestro colegio tuviera un excelente desempeño. En la homilía Monseñor Lázzari, subrayó la importancia del sacerdocio e instó a los nuevos sacerdotes a seguir el ejemplo del Señor, quien vino a servir a su pueblo.

Terminada la ceremonia pudimos compartir un brindis, el que estuvo amenizado por el grupo folclórico de nuestro Liceo, quienes hicieron un recorrido por las danzas típicas de los países en que están presentes los josefinos. Al día siguiente, en nuestra Capilla acompañamos a P. Jesús en su Primera Misa. Éste fue otro momento de alegría, en el que nuestra comunidad mostró en una multiplicidad de gestos, que éste era de veras un hecho histórico para nuestro Liceo.

Dios permita que este pequeño Pentecostés que hemos vivido, traiga a nuestras comunidades el soplo del Espíritu, que con sus dones infunda fuerzas nuevas a todos los que integramos la familia murialdina. Que esos dones nos hagan mirar con ojos nuevos una realidad muchas veces marcada por desuniones, mezquindades y pequeñeces de todo género. Nada más distinto de lo que se espera de los que han recibido el Espíritu.

                                           DON MARCO     

lunes, 23 de abril de 2012

En las huellas de San Leonardo Murialdo


El arribo de los primeros josefinos a Chile en 1947, estuvo marcado a los pocos meses por dos acontecimientos que ciertamente les han debido impactar: recién cumplían un año en Chile y en marzo de 1948 fallece en esta casa el P. Renato Selva, un joven misionero de apenas 33 años. El dolor algo se alivió, pues en abril del año 1949, es ordenado sacerdote el P. LuisParussini por parte del recordado Cardenal José María Caro. En este hecho los josefinos habrán entendido un signo, pues el joven misionero fallecido ofrecía en su agonía su dolor por nuevas vocaciones en estas tierras de misión. Largos años debieron transcurrir para que en la antigua Capilla fuese ordenado un exalumno de este colegio, se trata de P. José Troncoso, quien recibiera el Orden sagrado de manos de Monseñor Jorge Hourton en agosto de 1975. Tras largos años de espera y de constante oración, hoy asistimos a un momento de verdad histórico, pues junto a nuestro exalumno Jesús Castillo, serán ordenados otros dos seminaristas chilenos, Rafael y Eduardo, hecho inédito en la historia de la Congregación en Chile.
En estos tiempos, en que muchas empresas se preocupan de certificar su calidad a través de exigentes parámetros y en el que también los colegios invierten muchos recursos para recibir el preciado sello que certifique su calidad educativa, me pregunto cuál debiera ser el sello característico de un colegio de Iglesia. Por cierto, el empeño por destacar en lo pedagógico no debe dejarse como algo secundario, pero según mi parecer, hay otros elementos que hablan bien de una escuela  católica y ello está en la capacidad de dar frutos en el ámbito religioso. Son esos los frutos que debieran enorgullecernos y hacernos pensar que estamos en buen camino. Cuando vemos  muchos niños y familias empeñados seriamente en su preparación para recibir a Jesús por primera vez; cuando se repletan las vacantes para ser catequistas de los niños más pequeños o cuando nos faltan catequistas para atender a los más grandes que quieren confirmar su fe, son signos evidentes de una comunidad fecunda que ha apostado por la formación de sus alumnos en la fe y de una fe que al crecer se traduce en obras concretas.
El regalo maravilloso de las vocaciones sacerdotales y religiosas a las que hoy asistimos, se une a una hermosa lista, que en las páginas interiores encontrarán y en la cual aparecen otros tantos exalumnos que en un número no casual de 12, han sido llamados a seguir al Pescador de hombres. Son ellos el mejor ejemplo de la fecundidad de esta comunidad, la cual quiere entregar a la sociedad jóvenes cristianamente inspirados, para llevar el mensaje del Evangelio en el siglo XXI. Para ellos vaya el deseo de seguir las huellas de san Leonardo para que, siguiendo su ejemplo, otros continúen esta hermosa vocación.
                                           DON MARCO

jueves, 12 de abril de 2012

“NO HAY PEOR SORDO……..QUE EL QUE NO QUIERE OÍR”




La sabiduría popular expresa en este proverbio una realidad que en este año debiéramos analizar con atención. Se nos propone como lema “Escuchando se dialoga, dialogando se construye” y no más iniciar esa frase aparece la condición para que ese diálogo sea efectivo: la necesidad de escuchar. Múltiples son las situaciones en que de haber sido capaces de escuchar atentamente los signos que a diario se nos presentan, habríamos tomado una decisión mejor. Así debiera ser también en todo orden de cosas. Por ejemplo, llama la atención que muchas de las demandas que los pueblos expresan, no sean atendidas hasta que se provoca una situación de alteración del orden público. Inmediatamente como respuesta, la autoridad concede todo o gran parte de lo mismo que antes se negaba tajantemente a entregar. De esta forma se va sentando un pésimo precedente, pues de haber sido capaces de escuchar el sentir de la gente se hubiese podido responder a ello sin mediar presión alguna. Parece que esto es algo que aún no logramos aprender. Nuestra vida social sería más serena, si quienes detentan el poder estuviesen más atentos a ir escuchando esas señales que a diario surgen de las necesidades insatisfechas de sus conciudadanos. Llevando esto al extremo, basta ver lo que ocurre en aquellos pueblos sojuzgados por dictaduras eternas como las del medio oriente y otras más cercanas y cómo, cual si fuese una válvula que explosa, las muchedumbres exigen un cambio radical de gobierno en revueltas que acarrean siempre muerte y destrucción.

Para los creyentes este dicho popular cobra especial importancia cuando lo asociamos a la incapacidad de escuchar la voz de Dios. El nos habla siempre, somos nosotros los sordos, que no oímos o lo que es peor no queremos oír. Por eso el dicho señala que no hay peor sordo que el que no quiere oír. La voz de Dios manifestada en lo que Murialdo llamaba los “signos de los tiempos”, nos debiera impulsar a estar atentos a leer esos signos a través de los cuales se manifiesta su voluntad.

Este año es una excelente ocasión para tratar de vivir más atento a lo que Dios quiere de nosotros. Muy distinta sería la convivencia social si quienes nos gobiernan estuviesen más atentos a escuchar esos signos y reaccionaran con prontitud. Parece que nunca aprendemos y la historia nos muestra uno y mil ejemplos de aquellos que, haciendo oídos sordos, sólo se escuchan a sí mismos y una y otra vez se equivocan. Muy distinta sería también la vida escolar y familiar si estuviésemos atentos a escuchar lo que el Señor a cada instante nos va indicando para seguirle.



DON MARCO

viernes, 16 de marzo de 2012

Al Maestro con Cariño




Muchas son las frases que podrían encabezar esta editorial, pienso que para muchos incluso los que no fueron sus alumnos, ésta refleja lo que ha sido Don Aparicio en nuestras vidas. Hoy se cierra una larga etapa de presencia educativa en nuestro colegio. Su partida no nos puede dejar indiferentes. Lejano nos parece el 01 de marzo de 1956 cuando estampó su firma en el primer contrato de trabajo, el que también firmara como rector el inolvidable Padre Edilio Neyrone. Don Aparicio pronto cumpliría 21 años y la docencia era todo un desafío para este exalumno de la Escuela Particular Nº 42 “Santa Filomena”. Los Padres Josefinos habían arribado nueve años antes y él fue uno de esos niños que les dieron la bienvenida en ese inicio de año de 1947. Era evidente que un hijo de este barrio estuviera tan cerca de esta casa en todo sentido. En esos tiempos vivía en Recoleta 590, para luego trasladarse a su hogar por tantos años, en la calle Sagrado Corazón 305.



Por 40 años se desempeñó en la docencia, varios de ellos en ambas jornadas. Era habitual verlo en los recreos con los cuadernos de sus numerosos cursos apilados en un brazo, mientras con el otro iba corrigiendo la caligrafía y los resultados de aritmética. Siempre sereno, jamás alterado, nos iniciaba en el deporte estando en clases de Gimnasia, era obvio, pues desde pequeño el gusto, especialmente por el fútbol, lo quiso traspasar a las nuevas generaciones. Lo que no logró era que también fuéramos hinchas de su querido Ferroviarios. Su buen desempeño lo mostró en los equipos de nuestro barrio, llegando a ser seleccionado nacional de fútbol. Muchos apoderados recuerdan las clásicas tardes de campeonato en el Gimnasio en las que la calidad y caballerosidad del flaco Díaz eran manifiestas.



Largas jornadas también ocupó para ayudar a su estimado P. Franco, otro enamorado del deporte, para preparar las clásicas Revistas de Gimnasia. Muchas horas restadas a su familia también absorbió el afán periodístico de ambos por llevar a toda la comunidad las buenas noticias; es así como crearon en los años 60 El Burrito y luego la recordada revista Nadino, la que renació desde el año 2004 en El Murialdino, del cual es su gran impulsor.



Despedir a un querido profesor de tantos años no es fácil. Agradecer sus largos años de dedicación a este colegio resulta difícil expresarlo en pocas líneas. Su figura tan josefina, silencioso, de bajo perfil, caballeroso como el que mas, son características que no cualquiera tiene. Desde estas páginas que ayudó a ilustrar y escribir le rendimos el tributo que se les da a los grandes, aquellos que sin aspavientos son sencillos de corazón aquellos que han hecho vida el lema de Hacer y Callar, en suma un gran murialdino.





¡Gracias Don Aparicio!





DON MARCO