jueves, 14 de agosto de 2014

EDITORIAL EDUCACIÓN: EL OTRO MUNDIAL QUE AÚN NO GANAMOS

EDITORIAL

            EDUCACIÓN: EL OTRO MUNDIAL QUE AÚN NO GANAMOS



       Aún resuenan los ecos del pasado mundial de fútbol. Pasarán años y nos seguiremos lamentando del infortunio de no haber sido nosotros los que eliminábamos al hasta ese momento tan imbatible Brasil. Lo de Pinilla y de Medel es también materia de largas disquisiciones, las que obviamente se chocan con la dura realidad de lo que pudo haber sido y al final no fue. Es un juego, pero por Dios que estuvieron entretenidos esos días. Así lo vivimos al interior del Liceo, donde nuevamente pudimos vibrar con los lindos momentos que este multitudinario deporte nos entrega.

       Pero en esos mismos días se debatía acaloradamente una noticia mucho más importante que el Mundial de fútbol, pues involucra algo más precioso que un juego; me refiero a la Reforma Educacional, la que se ha planteado como una de las labores a las que este gobierno se dedicará por completo, con el fin de corregir las evidentes falencias que están a la vista de todos y que lamentablemente se hacen más urgentes en aquellos sectores económicamente más desposeídos. La comunidad religiosa de nuestro colegio, atenta a la inquietud que para muchos se comenzaba a plantear en nuestros ambientes, decidió emitir una Declaración Pública que ustedes pueden leer en las páginas centrales de esta edición y que fue motivo de comentario en la última reunión de apoderados. Prudentemente los autores del texto, junto con dejar clara la postura de la Congregación que ve en las ideas matrices del Proyecto muchos beneficios para colegios como el nuestro, observan también con prudencia que hay muchos elementos que se echan de menos en el debate y que sí apuntan directamente a una mejora no sólo de la cobertura y gastos que implica la educación, sino de lo que consideramos más importante de todo:la calidad. Dios permita que quienes tienen la mayor responsabilidad en esta labor, sean prudentes en escuchar a todos lo sectores y en especial a quienes sobre el tema tenemos harto que decir, y que habitualmente no somos los que más gritamos, ni hacemos grandes marchas, sino que creemos más en la capacidad que tienen los argumentos, pues lo que está en juego, si de veras resulta, será un verdadero salto cualitativo al verdadero y anhelado desarrollo de nuestro país.

                Lamentablemente cuando hablamos de educación, se piensa restrictivamente en el ámbito de la vida escolar y académica. Creo que así como aún no nos podemos sentir orgullosos de alcanzar un campeonato mundial de fútbol, también estamos distantes de conseguir esos trofeos en tantos ámbitos de la educación entendida en sentido amplio, como por ejemplo en tantos aspectos de una verdadera cultura cívica respetuosa de los demás. Vean ustedes lo que aconteció en esos mismos días en las calles cuando se dice festejar un triunfo o protestar por una demanda. El caos que queda en esos lugares, así como los lamentables destrozos en las escuelas tomadas nos habla que algo no está bien.

                                                                                         DON MARCO